El pequeño Münsterländer es de fuerte constitución, resistente y al mismo tiempo esbelto y elegante. La cabeza es muy distinguida y enjuta, con la trufa siempre de color marrón, los ojos oscuros y las orejas relativamente livianas y con flecos. El tronco es sólido y está bien sostenido por extremidades musculosas y pies cerrados.